A geografia de Macedónio é imprecisa e mentirosa. E como tal, e por isso mesmo, é tão precisa quanto as demais. Ou menos. Por exemplo, sua defesa inflamada de uma metafísica prática é insustentável tanto quanto desejável fazendo ao mesmo tempo a elevação a posição prática geral; e junto, a metafísica como um tipo de escudo pelo qual se desnuda a situação de poder viver sem Deus (en caso de seer sin religión) como também sem necessitar ser Deus – metafísica plena, metafísica plana. Macedónio é esquisito e escreve numa Argentina que abriu o século XX como toda-poderosa, cheia de guériguéri, monumental. Sua Crítica del Dolor – eudemonología é um esforço singular, um reclame por atenção. Não sede soberbo, argentino, em especial em tempos de pujança.
Estamos olvidados de que si no la miséria, la estrechez más o menos disimulada y continua y el trabajo rudo es la ley en el noventa por ciento de los hogares en toda la Tierra excepto en períodos locales muy prósperos.
No caso, a Argentina, a aldeia na qual estuda metafísica prática.
Solemos creer que los privilégios propios de la Argentina consistentes em la riqueza de su suelo, ausência de gérmenes étnicos y en cierta medida económico-sociales de conflito y ruina, salubridad en sus circuntancias físicas, benignidad de clima, son extraordinariamente prominentes. Yo declaro que en mi opinión son en conjunto superiores a los de Estados Unidos, Canadá, Australia, Trasvaal, Bélgica y algunos otros países que en la hora actual pueden reconocerse comolas agrupaciones nacionales más favorablemente dotadas por ventajas físicas, étnicas, sociales, y a pesar de poner tan alto a mi patria creo que en un parangón hedónico, es decir, comparando el bienestar y malestar substancial, subjetivo, las diferencias entre las nacionalidades son insignificantes, como son insignificantes las diferencias reales de sufrimento y goce entre los diversos individuos cualesquiera sean las variedades de condición, educación, carácter, poder mental, etcétera, etcétera.
Sea como fuere creo que la crítica del dolor como dirección teórica sistemática, precisa – a nadie habíasele ocurrido hasta ahora que era un problema especial deslindable y que debía deslindarse, extraviado el problema entre esos tejidos de vaguedades con que se componen los libros sobre la Felicidad – es un examen y preparación cuya necesidad todo individuo siente mil veces en las vicisitudes de su carrera hedónica, y opino que tal como la propongo hará que la lectura de estas páginas sea efecto más bien tónico que depresivo, con mejora casi imperceptible pero general en la “actitud” voluntaria.
Talvez surta mais efeito na abundância ler sobre a abundância vizinh@ (e uso arroba para manter a ambigüidade; vocês sabem o que quero dizer com isso) que recorrer a um alemão que já havia formulado os mesmos problemas, o que Macedônio não ignorava. Mas fico com o argentino. Afinal, o español é quase um português. Granada e Gilberto Freyre não me deixam mentir.
Em outras palavras, faz muito sentido a Crítica del dolor quando lida em ano eleitoral, especialmente quando o ano é 2010, quando todos os valores substanciais são subterrâneos. Literalmente.
Estamos olvidados de que si no la miséria, la estrechez más o menos disimulada y continua y el trabajo rudo es la ley en el noventa por ciento de los hogares en toda la Tierra excepto en períodos locales muy prósperos.
No caso, a Argentina, a aldeia na qual estuda metafísica prática.
Solemos creer que los privilégios propios de la Argentina consistentes em la riqueza de su suelo, ausência de gérmenes étnicos y en cierta medida económico-sociales de conflito y ruina, salubridad en sus circuntancias físicas, benignidad de clima, son extraordinariamente prominentes. Yo declaro que en mi opinión son en conjunto superiores a los de Estados Unidos, Canadá, Australia, Trasvaal, Bélgica y algunos otros países que en la hora actual pueden reconocerse comolas agrupaciones nacionales más favorablemente dotadas por ventajas físicas, étnicas, sociales, y a pesar de poner tan alto a mi patria creo que en un parangón hedónico, es decir, comparando el bienestar y malestar substancial, subjetivo, las diferencias entre las nacionalidades son insignificantes, como son insignificantes las diferencias reales de sufrimento y goce entre los diversos individuos cualesquiera sean las variedades de condición, educación, carácter, poder mental, etcétera, etcétera.
Sea como fuere creo que la crítica del dolor como dirección teórica sistemática, precisa – a nadie habíasele ocurrido hasta ahora que era un problema especial deslindable y que debía deslindarse, extraviado el problema entre esos tejidos de vaguedades con que se componen los libros sobre la Felicidad – es un examen y preparación cuya necesidad todo individuo siente mil veces en las vicisitudes de su carrera hedónica, y opino que tal como la propongo hará que la lectura de estas páginas sea efecto más bien tónico que depresivo, con mejora casi imperceptible pero general en la “actitud” voluntaria.
Talvez surta mais efeito na abundância ler sobre a abundância vizinh@ (e uso arroba para manter a ambigüidade; vocês sabem o que quero dizer com isso) que recorrer a um alemão que já havia formulado os mesmos problemas, o que Macedônio não ignorava. Mas fico com o argentino. Afinal, o español é quase um português. Granada e Gilberto Freyre não me deixam mentir.
Em outras palavras, faz muito sentido a Crítica del dolor quando lida em ano eleitoral, especialmente quando o ano é 2010, quando todos os valores substanciais são subterrâneos. Literalmente.
2 comentários:
Deu vontade de ler...
Não recomendaria outra coisa. E, mais, é o que Jorge Luis Borges recomendaria uma vez que, mortos ambos não é mais possível voar à BuAires para bater aquele papo.
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